Si tu computadora ya tiene algunos años, es probable que no aguante más de dos o tres programas corriendo a la vez, o varias pestañas del navegador abiertas al mismo tiempo. Y si sos gamer, es posible que cada vez más notes que tu PC se recalienta o que no rinde como debería para jugar online. Algo similar puede pasarte si estudiaste Diseño y tu equipo ya no responde como esperabas en programas como Photoshop, Illustrator u otros software de edición o para hacer renders.

Con una oferta tan amplia en el mercado, desde miles de opciones para armar una PC de escritorio hasta notebooks ultraportátiles, es clave entender los distintos factores que influyen a la hora de decidirse por la compu perfecta.

Las claves para elegir la computadora perfecta

Al momento de comprar una computadora, es fundamental evaluar varios aspectos. Desde el uso que le vas a dar hasta el presupuesto disponible, todo influye en la elección. También es importante considerar si los componentes del equipo tendrán una buena durabilidad o si será posible actualizarlos para mantener un buen rendimiento a futuro.

Otro factor clave a tener en cuenta es la marca del equipo. Esta no solo indica quién fabricó la computadora, sino que también te permite conocer su número de serie sabiendo quién ofrece la garantía y confiabilidad del producto al elegir la marca.

Algunas preguntas clave para tomar la decisión correcta son:

  • ¿Cuál será su uso principal?
  • ¿Vale la pena invertir mucho dinero en este equipo?
  • ¿Necesito un dispositivo con gran capacidad de almacenamiento para tareas como edición audiovisual o si simplemente lo usaré para navegación web y actividades básicas?

En cuanto a la pantalla, tanto su formato como su resolución son determinantes. El formato, que se mide en diagonal y se expresa en pulgadas, define la proporción entre ancho y alto, conocida como relación de aspecto. Esto influye directamente en cómo se verán los contenidos y en la experiencia visual general.

La resolución de pantalla, que depende de la cantidad de píxeles, es clave para lograr una imagen más clara y detallada. Por ejemplo, una resolución Full HD de 1920 x 1080 ofrece una calidad de imagen óptima para la mayoría de los usos.

No hay que olvidar el disco duro, el lugar donde se almacenan todos tus archivos. Su capacidad, medida en megabytes (MB), gigabytes (GB) o terabytes (TB), es importante según las tareas que vayas a realizar. Además, podés elegir entre los dos tipos de discos más comunes en el mercado: los tradicionales HDD o los más rápidos y modernos SSD.

PC vs. Notebook: ¿cuál elegir?

El primer paso es decidir entre una computadora de escritorio (PC) o una portátil (notebook). Esta decisión depende principalmente del lugar donde vas a usarla y del nivel de movilidad que necesitas.

  • PC de escritorio: son ideales para quienes trabajan o estudian desde un espacio fijo. Ofrecen mayor capacidad de personalización y actualización de componentes, como el procesador, la memoria RAM o la tarjeta gráfica. También suelen tener una mejor relación costo-beneficio en términos de rendimiento.
  • Notebook: su portabilidad es la principal ventaja, permitiéndote trabajar o estudiar desde cualquier lugar. Aunque no tienen tantas opciones de personalización como una PC, hoy en día existen modelos con un rendimiento sobresaliente que compiten en igualdad de condiciones con las computadoras de escritorio.

El uso define las características

El propósito de la computadora es el factor clave para determinar las especificaciones técnicas que necesitas. No es lo mismo adquirir un equipo para estudiar que para gaming o tareas profesionales:

  • Para estudiar Si buscas un equipo para tareas educativas, como escribir documentos, navegar en internet, realizar videollamadas o usar aplicaciones básicas, no se necesita un hardware demasiado robusto.

► Procesador: Un Intel Core i3, 12va gen o superior, o AMD Ryzen 3, Zen 3 o superior, es suficiente.

► Memoria RAM: 8 GB garantizan un desempeño fluido para multitareas.

► Almacenamiento: Los discos de estado sólido (SSD) son recomendados, ya que mejoran la velocidad del sistema. Un SSD de 240 GB es un buen punto de partida.

► Pantalla: En notebooks, una de 14″ o 15.6″ ofrece un buen balance entre tamaño y portabilidad.

  • Para trabajar El trabajo profesional requiere un equipo más potente, especialmente si se utilizan aplicaciones de diseño, edición de video o programación.

► Procesador: Un Intel Core i5/i7, 12va gen o superior, o AMD Ryzen 5/7, Zen 3 o superior, es ideal para tareas exigentes.

► Memoria RAM: 16 GB es el estándar para un rendimiento sin interrupciones en software profesional.

► Almacenamiento: SSD de al menos 480 GB, y si manejas grandes volúmenes de datos, combinarlo con un disco duro (HDD) externo.

► Pantalla: En notebooks, considera una resolución Full HD (1920x1080) para mayor comodidad visual.

  • Para jugar (gaming) El gaming es uno de los usos más demandantes en términos de hardware, especialmente si buscas jugar títulos AAA con gráficos de alta calidad.

► Procesador: Intel Core i7/i9, 13va gen o superior, o AMD Ryzen 7/9, Zen 4 o superior, para juegos de última generación.

► Memoria RAM: 16 GB como mínimo, aunque 32 GB es ideal para gamers avanzados.

► Tarjeta gráfica (GPU): Fundamental para juegos. Opta por una NVIDIA GeForce RTX o AMD Radeon de las series más recientes.

► Almacenamiento: SSD de 1 TB para instalar juegos y acelerar los tiempos de carga.

► Pantalla: En notebooks, busca una con frecuencia de actualización alta (120 Hz o más) para una experiencia más fluida.

Otros aspectos importantes a considerar

  • Batería: si optás por una notebook, evaluá la duración de la batería según el uso que le darás. Para estudiantes o quienes trabajan en movimiento, más de 6 horas de autonomía es lo ideal.
  • Conectividad: asegurate de que cuente con suficientes puertos USB, HDMI, lector de tarjetas y conectividad Wi-Fi de última generación.
  • Peso y diseño: en notebooks, el peso influye directamente en la comodidad de transporte. Los modelos ultralivianos son una buena opción para quienes necesitan máxima movilidad.